Nupcial

Soñé ser el suspiro de tu día,
Y el sueño húmedo de tu noche
E inquietarte con mis cariños todos.
Soñé ser el café que bebes por la mañana,
y deslizarme lento por tus cálidos labios,
acariciando suavemente tus interiores.
Soñé ser tan tuya como tu piel,
prendada a tus dedos como tus uñas,
parte de ti como tu extremidades.
Soñé ser la saliva de tus besos,
La tierna caricia de tus manos,
El anhelo de tu noble alma.

Soñé ser el lado erótico de tu prisma,
El más ardiente pensamiento,
el deseo quemante de tu vientre.
Soñé que las ataduras liberabas
del ajuar nupcial que me contenía,
Desnudando tierno a tu mujer.
Soñé que eras tan mío y yo tuya,
Y en esa nuestra noche de bodas,
Feliz como nunca, me reencontré.